Aquí está la cosa: te gusta ver Pretty Little Liars.
Pos sí
Aquí va otra cosa: no tienes ni idea de lo que está pasando.
Pos no
Como por ejemplo: ¿Alison esta viva o qué?
Pos no sé
¿Ella es víctima o villana?
Tampoco sé
¿Y cuál es el trato de Jenna?
Dios, no sé nada
¿Quién mató al detective Wilden?
¡No sé!
¡¿De qué habla todo el mundo?!
No tengo idea. ¡Help!
Esta es la gran pregunta: ¿Por qué sigues viendo un programa que confunde?
Soy masoquista
Oh, cierto. Tienes tus razones...
Muy razonables
Pero da igual. Eres una persona inteligente y madura. No se puede seguir el ritmo de este drama adolescente.
Los adolescentes de ahora son tan complicados...
¿Recuerdas cuando la TV no necesitaba de un análisis exhaustivo?
Cuando dejaban dormir
Estás tratando de seguir el misterio aquí, y eso es lo que realmente emociona.
Obvio
¿Acaso eres demasiado estúpida para Pretty Little Liars? Porque se siente de esa manera.
Iré a un rincón oscuro a meditarlo.
Pero entonces dices: Ok, me mantengo fuerte. Hay chicos lindos en este espectáculo. Puedo tolerarlo.
Chicos lindos sin camisa. Oh, sí.
Tal vez no pasa nada si no logran entender todo. Vas a centrarte en el panorama general.
No te apartes del camino seguro.
Y los cambios de imagen.
Oh, sí
Muchos cambios de imagen...
¡Oh, sí!
Además, de vez en cuando, realmente sabes lo que está pasando. Eso te causa emoción.
Se puede respirar normal.
Pero con la misma rapidez, algo totalmente loco sucede. Tu cabeza da vueltas. No se puede manejar la situación.
¡¿Pero qué cara...?!
Hasta decir: Pretty Little Liars, eres los máximo, pero eres demasiado complicado para mí.
No eres tú, soy yo.
Esta vez, ya está. Y para siempre.
No me llames. La ruptura es definitiva.
No, en serio.
No podemos volver. Ya cambié, soy otra.
Excepto... que no lo aceptas. La curiosidad siempre saca lo mejor de ti.
¡Te necesitoooo!
Y también los chicos guapos. ¡Malditas hormonas!
Sí, hace calor.
Hey, has llegado hasta aquí. No eres desertor.
Obvio, no.
Así que una vez más, intentas centrarte en los buenos tiempos.
Reiniciemos con calma.
Y encontrar una manera de seguir viendo, no importa cuán perdido estés.
Serena, tranquila. Todo es manejable.
Te guste o no, eres un adicto a Pretty Little Liars.
Como House con el Nicodim
Te preocupas por estos personajes sus vidas absurdamente confusas.
Vidas que jamás entenderé ni viviré.
Y no hay posibilidad de que alguna vez te des por vencido.
¿Retroceder? Nunca, ¡jamás!
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